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“La Responsabilidad Social como imperativo para lograr la sustentabilidad de la cadena de valor”

Reflexión por Juan Felipe Cajiga Calderón, Director de Responsabilidad Social Empresarial del Centro Mexicano para la Filantropía, A.C. (Cemefi)

El debate sobre la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) ha trascendido lo que podríamos llamar el ámbito primario de la empresa. No con esto quiero decir con esto que la empresa que la empresa ha consolidado ya su responsabilidad social, ya que esta es un proceso dinámico y permanente que debe revisarse y adecuarse día con día, sino que, por el contrario, se ha ampliado el espectro de su responsabilidad, en la medida en que los negocios se hacen más complejos, y su cadena de proveedores (de valor) adquiere relevancia a la hora de evaluar los comportamientos sustentables de las compañías. A esto se suma el que hoy una gran cantidad de servicios son provistos en base a tercerización o outsourcing, marcando nuevos retos de la proveeduría, y para la propia empresa, ya que estos van directamente vinculados a tareas que naturalmente se catalogan como internas, ejemplo la administración de los recursos humanos, y a los que simplemente la empresa no puede desentenderse, sólo por el hecho de subcontratar el servicio. Cada vez es más permeable la línea divisoria entre lo que hace y es responsabilidad de la empresa, con lo que implica la actuación de su cadena de valor, es más ante los ojos del cliente o usuario final puede no haber diferencia. La realidad nos muestra que la empresa actual ya no es analizada o juzgada sólo por lo que ocurre en sus actividades directas. Muchos de los más conocidos problemas de RSE ocurridos en el mundo están más relacionados con sus cadenas de proveedores o distribuidores que con situaciones propias de la empresa que se juzga. Quien no recuerda hace no muchos años, la polémica sobre el uso de mano de obra infantil en maquiladoras de Nike en el Pacífico Oriental. En ese sentido, la sustentabilidad de la cadena de proveedores y su responsabilidad social es ahora tan importante como la gestión misma del negocio, la calidad de los productos, y las condiciones de costo beneficio de un producto o servicio de la propia empresa que la contrata. No escapa a esta visión la propia relación que la empresa mantiene con sus proveedores por lo que, esto da lugar a nuevas posibilidades y oportunidades de relacionaRSE. Por otro lado, la cadena de proveedores se puede transformar en un gran aliado de las empresas que tienen a la sustentabilidad responsable como un importante activo intangible, en la medida que aumenta el espacio de acción de estas prácticas hacia la cadena de valor. Lo anterior significa compartir con su cadena de proveedores tanto los conceptos y valores propios de la empresa cliente como también sus prácticas. Esto puede tener impacto directo en la reputación, en un mercado cada vez más exigente, además de fortalecer las relaciones con los proveedores lo que en tiempos de crisis como los actuales, puede tener un gran valor estratégico. La empresa proveedora sustentable también recibe importantes beneficios, mejora su rentabilidad y aumentan su valor en el largo plazo, amplía sus posibilidades de acceso a nuevas cadenas de proveedores. Cada vez es mayor el interés y la exigencia de las audiencias clave, como autoridades regulatorias, accionistas, proveedores, consumidores, empleados y la opinión pública, por que las prácticas responsables de las empresas de su elección sean parte de la estrategia y se traduzcan en acciones apoyadas en todos los niveles de la organización, a fin de tener un impacto tangible y positivo. El día de hoy, los esfuerzos por hacer sustentable un envase no son suficientes cuando sólo se llevan a cabo en uno de los eslabones de la cadena de valor. Desde el productor de materias primas hasta el consumidor, incluyendo también al sector público, deben estar conectados por un plan integral que culmine en la obtención de un producto que favorezca por ejemplo la reducción de desperdicios, aproveche los recursos naturales y reduzca el impacto ambiental. La gran noticia es que hoy es todavía una decisión de elección para las compañías, mañana será una exigencia para poder sobrevivir. El tema ahora es como involucrar a la cadena de valor, de la mejor manera y consolidarla a través de la RSE.

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