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La empresa que merecemos

Las empresas líderes son aquellas que han entendido que invirtiendo en sus trabajadores y comunidades es la única manera de tener éxito a largo plazo. Estos principios modernizados reflejan el compromiso inquebrantable de la comunidad empresarial de seguir impulsando una economía que sirva a todos por igual.

Las corporaciones pueden y deben operar hoy en día desempeñándose en la mejora de nuestra sociedad, comprometidas a satisfacer las necesidades de todas las partes interesadas.


La humanidad merece una economía que permita a cada persona tener éxito y realización a través del trabajo y la creatividad, llevar una vida de sentido y dignidad. Estoy convenido que el sistema de libre mercado es el mejor medio para generar buenos empleos, una economía fuerte y sostenible, con innovación social que nos brinde un medio ambiente saludable y oportunidades económicas y bienestar social para todos. Pero que las presiones de alcanzar resultados de corto plazo y el centrarse en la generación de utilidades como si fuera el fin único de los negocios, lo que ha distorsionado el rol social de la economía y de las empresas.

Las empresas desempeñan un papel vital en la economía creando puestos de trabajo, fomentando la innovación y proporcionando bienes y servicios esenciales. Las empresas hacen y venden productos de consumo; fabricar equipos y vehículos; cultivan y producen alimentos; proporcionan atención médica; generan y entregan energía; ofrecen servicios financieros, de comunicaciones y otros servicios que sustentan el crecimiento económico. Si bien cada empresa individual sirve a su propio propósito corporativo, debe también contribuir al propósito de todos sus grupos de interés.

Cada empresa debe establecer pública y claramente sus principales compromisos con ellos, que demuestren que consideran y atienden sus principales expectativas, empezando por su gente (colaboradores, clientes y comunidad).

Las empresas deben como mínimo:

  • invertir en sus colaboradores, compensándolos de manera justa.

  • brindándoles beneficios que les sean significativos y que les permitan tener una mejor calidad de vida.

  • entrega de valor social y económico a sus clientes, que les brinde simultáneamente seguridad y la satisfacción de sus necesidades.

  • contribuir a su formación y también en su realización como individuos y su aportación social.

  • apoyar su educación y al desarrollo de nuevas habilidades para un mundo que cambia rápidamente.

  • fomentar la diversidad y la inclusión social y económica, la dignidad y el respeto.

  • tratar de manera justa y ética a todos sus proveedores, en especial a los pequeños y a los locales. En correspondencia a que les ayudan a cumplir con su misión.

  • contribuir al desarrollo de las comunidades en las que trabaja. Respetando a las personas de sus comunidades y proteger el medio ambiente adoptando prácticas sostenibles en todas sus operaciones.

  • buscar éticamente generar valor a largo plazo para los accionistas, que aportan el capital que permite a las empresas invertir, crecer e innovar con transparencia y el compromiso efectivo con su propósito.

  • reconocer la importancia de todas sus partes interesadas entregándoles valor a todos ellos.

  • observar y respetar los derechos y la dignidad de las personas dentro y fuera de su organización.

El trabajo de las empresas responsables y sostenibles contribuye a hacer un mundo mejor, por eso las tenemos que cuidar y debemos hacer que estas proliferen.

¿Qué podemos hacer para lograrlo?

Como consumidores o clientes, como colaboradores, como vecinos, como sociedad en general. Por supuesto saber identificarlas y reconocerlas con nuestra elección, pero también enviando señales claras de que lo que buscamos son empresas, negocios, trabajos, inversiones, productos y servicios que sean afines a nuestro propósito, que respeten y pongan en primera línea a las personas, que sean conscientes de su rol social, responsables de sus acciones y sostenibles en sus operaciones.

Con ello estarán contribuyendo al éxito futuro de su negocio, de su comunidad y de nuestro Mundo.


Como una de las instituciones humanas más importantes, las empresas son fundamentales para la forma en que constituimos una sociedad y cómo vivimos dentro de ella. Las empresas, por tanto, ayudan a definir la sociedad como tal, no son entidades ajenas que se desarrollan en un universo paralelo.


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